Lo que parecía ser una salida inminente se prorrogó durante dos largos años y varios meses de negociaciones. Desde el pasado uno de enero ya es una realidad que el Reino Unido está fuera de la Unión Europea. Todavía se desconocen las consecuencias reales a nivel económico de esta ruptura, que se irán descubriendo a medida que pasan las semanas. Lo que sí parece claro es que el Erasmus+ se queda sin uno de los destinos favoritos de los estudiantes. A pesar de que el primer ministro británico, Boris Johnson, aseguraba hace un año que el programa de intercambio entre universidades no tendría consecuencias negativas, ha pasado a eliminarlo completamente y a crear uno propio para su país. A partir de este año los jóvenes europeos ya no tendrán en Londres una de las opciones para estudiar fuera de su país y los alumnos británicos no podrán hacerlo en alguna región de la UE.
El caos se desató en el sector universitario y, concretamente en España, la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (Creup) y la Erasmus Student Network Spain (ESN Spain) solicitaron al ministro de Universidades, Manuel Castells, información sobre el futuro de los intercambios académicos con Reino Unido. En la carta, ambas entidades, pidieron al ministro «actuaciones concretas» para que los estudiantes no perdieran la oportunidad de vivir esta experiencia que resulta tan gratificante tanto a nivel de estudios como personal. Tanto Creup como ESN España creen que Reino Unido no podrá reemplazar ni la capacidad de internacionalización ni el alcance que tiene el programa europeo al sustituirlo por otro.
A nivel general, la salida del Reino Unido supone un duro golpe para esta actividad de intercambio. Solo en el curso 2018/2019, más de 30.000 estudiantes de toda Europa se formaron en este país dentro del Programa Erasmus+. Además, más de 18.000 estudiantes de las universidades británicas se beneficiaron de estas ayudas para complementar sus estudios en universidades de otros países. Su relevancia es tal que en el último Erasmus+ Annual Report, Reino Unido se encontraba en el top 5 de países en envío y recepción de estudiantes. En toda la Unión Europea este programa tiene un presupuesto de 14.700 millones de euros y ofrece a más de cuatro millones de estudiantes la oportunidad de estudiar o formarse en el extranjero.
«El programa Erasmus era extremadamente caro». Así defendía el primer ministro británico la salida de su país de este proceso. En este sentido, Johnson aseguró que no pudo llegar a un acuerdo económico con la Unión Europea y que es por ese motivo por el que creará un programa nuevo al que destinará 110 millones de euros anuales con el que pretende dar apoyo a 35.000 jóvenes de Inglaterra, Escocia y Gales.
Nuevo programa
El programa Turing permitirá a los estudiantes británicos viajar por universidades de todo el mundo. La pretensión del Ejecutivo es que entre en vigor en septiembre de este año y que participen un número similar de estudiantes al Erasmus: 35.000. Sin embargo, este programa no servirá para que los alumnos europeos puedan estudiar en Reino Unido.
Esta decisión no solo supuso una decepción para los estudiantes, sino también para las universidades británicas, que constituyen una importante fuente de ingresos para el país. Desde el principio, en Universities UK no se tomaron del todo bien la noticia, no obstante, han decidido mirar con optimismo los beneficios de esta nueva oportunidad. A pesar de que este 2021 será el último en el que los acuerdos sigan vigentes, Irlanda del Norte sí que se mantendrá dentro del programa con financiación propia.
Cambian los términos tras este acuerdo y los intercambios entre universidades británicas y europeas seguirán siendo posibles a través de acuerdos bilaterales, pero los alumnos británicos no se beneficiarán de las becas mensuales proporcionadas por Erasmus. Además, los estudiantes y académicos que hayan obtenido fondos antes de que finalice el período de transición del Brexit el 31 de diciembre podrán viajar al extranjero hasta finales del año académico 2021/2022.
Consecuencias
Una de las características que ha beneficiado desde siempre a los centros de educación superior de Reino Unido es el prestigio con el que contaban a nivel internacional. Tomada ya esta decisión y sin intención de dar marcha atrás, las universidades británicas perderán un atractivo que otros centros en el continente están ya aprovechando, como es el caso de Holanda, Alemania o Francia, que ofrecen formaciones íntegramente en inglés y que podrían retener a muchos jóvenes.
También ocurre al revés, y es que hay algunas instituciones británicas que planean o han abierto centros en Europa para facilitar el acceso a estudiantes y personal comunitarios, como es el caso de York, que piensa inaugurar el próximo curso un campus en la ciudad griega de Tesalónica.
Con la llegada de la pandemia las universidades temen que el número de estudiantes que se acogía al Eramus+ se reduzca considerablemente. De esta forma, con el objetivo de que todos los jóvenes puedan disfrutar de esta experiencia, la Comisión Europea ha propuesto hacer estos intercambios de forma virtual. Esta opción, sin embargo, no presenta el factor vivencial de una estancia en el extranjero, como el descubrimiento de la cultura, el aprendizaje de la lengua o las amistades internacionales. Además, también se cancelarían las ayudas, al no llevar a cabo el Erasmus de forma presencial. En este programa, España era uno de los países que recibía a más estudiantes europeos y teme que muchos rechacen esta oportunidad por la Covid-19.
Reflexión
Con el Brexit, en el mundo de la educación no gana nadie. España particularmente pierde a uno de los destinos más solicitados por los estudiantes españoles. Con o sin pandemia esta situación iba a llegar tarde o temprano, pero parece que un Erasmus+ no significa lo mismo que vivir la experiencia de forma presencial. Solo nos queda esperar y que los alumnos que quieran mejorar su inglés sepan que hay muchos destinos más por visitar en los que hay fantásticas universidades.
Detrás del pupitre 